El Partido Libertario (P-LIB) quiere hacerse eco de las informaciones aparecidas estos días en la prensa acerca de la Red Ferroviaria de Alta Velocidad Española (AVE). España es el segundo país del mundo en kilómetros totales de alta velocidad, solo por detrás de China, por lo que si tenemos en cuenta el número de habitantes resulta que es el país del mundo con mayor longitud de red viaria de alta velocidad per cápita. Esto no dejaría de ser una anécdota si no fuera porque España es, por el contrario, el país del mundo con el menor uso de su red, teniendo el menor número de usuarios por kilómetro de todos los países con alta velocidad. Por estas razones el AVE es uno de los más sangrantes ejemplos de despilfarro y populismo de los gobiernos de este país. Despilfarro y populismo que son absolutamente transpartitos y que alcanzan tanto a PP como a PSOE, a IU, CiU, PNV, y cualquier otro partido que haya tocado el poder aunque sea de forma tangencial en España. Esta es la forma de gobernar de los políticos españoles. Gasto desproporcionado y obras faraónicas allí donde son del todo innecesarias, con cargo por supuesto al bolsillo convenientemente expoliado de los ciudadanos mediante impuestos.
La empresa pública que gestiona la red, ADIF, contaba en 2.013 con una deuda acumulada de 13.000 millones de euros, siendo muy probable que en 2.014 sobrepase los 16.000 millones, mientras que las pérdidas previstas para 2.015 son de 280 millones de euros. Y todo con cargo a nuestros bolsillos. El propio Presidente de ADIF, Gonzalo Ferré, declaraba en octubre pasado que “La red de AVE no tiene ni pies ni cabeza con el actual número de pasajeros”. Curiosamente la red española de alta velocidad es la que más número de kilómetros tiene en construcción en la actualidad de todos los países del mundo. Un cúmulo de despropósitos encadenados.
Para el P-LIB este es uno de muchos ejemplos, quizás uno de los más importantes por su volumen, pero no es el único. España está plagada de aeropuertos, ciudades de la cultura o de las ciencias, polideportivos municipales que comparten pared, y multitud de infraestructuras que se usan como propaganda electoral para ganar votos y que al poco tiempo se convierten en pozos sin fondo de gasto público, cuando no durante su ejecución multiplicando varias veces su coste de partida en muchos casos, al mismo tiempo que son una fuente constante de corrupción de lo que se denomina como el capitalismo mercantilista o capitalismo de amigotes.
José Luis Montesinos, miembro del CEF del Partido Libertario, ha asegurado que “muchas de las infraestructuras en España no se llevan a cabo por una necesidad real, si no por un mero afán electoralista. Estamos en año electoral, lo que significa año de inauguraciones. El próximo año será el de los abandonos de muchas de las obras inauguradas.” A lo que ha añadido que “las infraestructuras, grandes o pequeñas, deben partir de un estudio de necesidades riguroso y muy detallado, y deben dejarse siempre que se pueda a la iniciativa privada, de esta manera solo se arriesga el dinero del inversor y no el de todos los ciudadanos. Hemos de acostumbrarnos a realizar estudios de viabilidad de todo lo que vayamos a gastar.”
El Partido Libertario propone para corregir esta situación una nueva forma de enfocar la política y la economía. Evitando el gasto descontrolado, dando viabilidad real y no en base a la deuda a los proyectos, y defendiendo el capitalismo de libre mercado y no este capitalismo mercantilista propio de los sistemas socialdemócratas como el español. Proponemos en este sentido un tope constitucional a la deuda pública y la venta de todas las empresas de titularidad pública, para que estas pérdidas multimillonarias no repercutan en los ciudadanos.