El P-LIB rechaza las restricciones al alquiler particular de viviendas vacacionales y celebra el recurso interpuesto por la CNMC frente a la Comunidad de Madrid. El Partido Libertario reitera su absoluto rechazo a la limitación del alquiler de viviendas impuesta por el Estado al dictado del lobby hotelero. Los libertarios defendemos el derecho que de todo propietario de alquilar su vivienda a quien estime oportuno, pactando libremente las condiciones, y a través de los canales que considere apropiados, dentro del respeto a las normas de la comunidad de propietarios, en su caso, y la normativa aplicable en prevención de ruidos y molestias.
Como es sabido, en los últimos años el éxito de las webs de alojamiento a través de internet, especialmente Airbnb, ha preocupado al sector hotelero, que ha reaccionado impulsando al gobierno nacional y a los autonómicos a promulgar toda una serie de normas para poner todas las trabas posibles a esta nueva forma de competencia. El último episodio de esta batalla, que el P-LIB celebra, ha consistido en que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo contra el Decreto de la Comunidad de Madrid que prohíbe alquilar una vivienda para uso turístico menos de cinco días, por considerar que constituye un obstáculo a la competencia.
Gabriel Le Senne, miembro del CEF del Partido Libertario, ha declarado que “como sucede habitualmente con el intervencionismo del Estado en la economía, estas medidas responden a los intereses de un lobby organizado, en este caso el hotelero, en perjuicio de los propietarios de pisos y de los consumidores que preferirían el alquiler de viviendas.”
El Partido Libertario defiende en toda circunstancia el derecho de propiedad, en el que reside la esencia de la economía de mercado, y por tanto, la clave del crecimiento económico y la prosperidad. Por ello, igual que en esta ocasión criticamos a los hoteleros por contribuir a instaurar obstáculos artificiales a la entrada de nuevos competidores, también resulta oportuno destacar que defendemos una sociedad libre de la opresiva maraña normativa y de la monstruosa carga fiscal que hoy asfixia nuestra economía, una sociedad en la que tanto el sector hotelero como el alquiler vacacional podrían prosperar y desarrollarse.