El Partido Libertario (P-LIB) quiere expresar su más enérgico rechazo al plan del Ministerio de Industria para rescatar el Sector del Carbón mediante acuerdos con las empresas de producción energética del país. Una vez más el gobierno del Partido Popular, a través del ministro Soria, trata de rescatar un sector que dejó de ser competitivo hace mucho tiempo, mediante extraños acuerdos con las eléctricas españolas. Las empresas energéticas de este país vienen siendo el refugio dorado de multitud de ex ministros españoles, demostrando que son parte de la casta y que se aprovechan de los favores que el Estado les proporciona.
Las puertas giratorias funcionan a la perfección entre el Gobierno de España y las empresas energéticas. Es más, los ciudadanos tienen que soportar en sus facturas energéticas importantes impuestos para subvencionar sectores nada productivos, a los que todos los agentes no tienen reparos en recurrir para seguir viviendo de la gracia del Estado, es decir del bolsillo de los ciudadanos.
Los liberales libertarios tenemos claro que las industrias no rentables deben reconvertirse o cerrar, y que el resto de ciudadanos no deben cargar con las pérdidas que estas empresas insostenibles ocasionan. Estas ayudas se traducen al final en impuestos para la mayoría y prebendas para unos pocos, en lo que supone un ejemplo del capitalismo mercantilista típico del Estado socialdemócrata, en el que se sociabiliza las pérdidas y se privatiza los beneficios. El Partido Libertario se opone a toda clase de rescates de empresas o sectores, y el del carbón no es una excepción. El carbón es una forma barata de generar energía, pero su extracción en España y la calidad del mismo son un lastre económico para la sociedad, y al igual que las demás energías, la del carbón debe ser explotada por empresas solventes sin la ayuda estatal. El P-LIB propone y defiende un mercado energético realmente libre.
A este respecto José Luis Montesinos, miembro del Comité Ejecutivo Federal del P-LIB, ha manifestado que “El sector del carbón sobrevive gracias a un plan iniciado por el Gobierno de Zapatero y que el ministro Soria ha venido renovando año tras año. Es un sector quebrado y nada competitivo que debiera haberse reconvertido hace años. Hoy es un pozo sin fondo de subvenciones y dinero desperdiciado a expensas del sufrido contribuyente cansado ya de sufragar estas gracias.” Y ha añadido que “El sector energético español está fuertemente intervenido: la mitad de la factura eléctrica son impuestos, los ciudadanos no pueden generar su propia energía sin pagar peajes, las empresas no pueden invertir libremente en la forma de generación que más les interese, y los ministros se colocan en las eléctricas sin rubor alguno.”