El Partido Libertario (P-LIB) de Madrid considera preocupante el balance de los cien primeros días del nuevo gobierno municipal de Móstoles. Unos días marcados por el despilfarro de la nueva corporación municipal y con un incremento de las políticas en materias de escasa o nula competencia municipal, como igualdad u homofobia. También asistimos en Móstoles al drama de la eliminación de las externalizaciones, que están siendo suprimidas por la nueva corporación municipal y que deben ajustarse en todo caso a los contratos firmados. Móstoles no puede permitirse que por razones estéticas y partidistas se paguen penalizaciones por romper contratos generándose al mismo tiempo una inseguridad jurídica para empresas y trabajadores. Está demostrado que nada hay más ineficiente que la gestión pública de los servicios, que pueden estar externalizados perfectamente siempre que sean procesos transparentes y evitando escándalos como el contrato con la empresa Cofely, implicada en la trama del caso Púnica. Del mismo modo no es admisible que un ayuntamiento promueva la creación de unas ligas deportivas, de futbol femenino y rugby, puesto que la fórmula razonable para disfrutar de estos deportes en nuestra ciudad debe ser buscar a los patrocinadores dentro de los comercios locales de Móstoles. Este dirigismo deportivo es propio de ayuntamientos megalómanos y despilfarradores, y no de ayuntamientos con una gestión económicamente responsable.
Sin embargo los libertarios vemos razonable la abolición de la tasa de basuras, ya que consideramos que la tasa de basuras era un despropósito, pero que esta tasa se reencarne en un impuesto medioambiental o una subida del IBI no lo hace algo admisible, justificado o mejor. El P-LIB considera que lo que atrae a las empresas son impuestos bajos, una normativa sensata, y gobiernos municipales que se limiten en sus funciones. La política del nuevo ejecutivo mostoleño basada en lo que ellos llaman derechos sociales y en la intervención pública, seguirá alejando a las empresas de nuestra ciudad. El ayuntamiento debería ahorrar los costes de esas políticas a los vecinos y emprendedores de Móstoles, y que repercutiesen en una menor fiscalidad para las empresas que se establezcan en el municipio.
Héctor Muñoz, miembro de la Comisión Ejecutiva de Madrid y vecino de Móstoles, ha declarado que “El nuevo gobierno local apuesta por una mayor intervención del ayuntamiento propiciando nuevamente el acoso fiscal a los vecinos. Nada es gratis y nadie mejor que los propios vecinos para decidir por ellos mismos. Lo que realmente Móstoles necesita es eliminar burocracia, no crearla como hacen con los Consejos Sectoriales, con la ruptura de los procesos de externalización o con los nuevos asesores de políticas que se alejan de los límites municipales.” Y añade Muñoz que “Así mismo no deja de ser curioso que el nuevo ayuntamiento diga que es un logro el aumento de limpieza o autobuses en fiestas cuando es algo que ya hacia el anterior gobierno municipal. Móstoles necesita una gestión austera, responsable económicamente, independiente de viejas banderas, y apostando por la disminución de la regulación municipal.”