El Partido Libertario (P-LIB) muestra su rechazo más absoluto al impuesto de sucesiones. Dentro de que todos los impuestos son totalmente injustos, el hecho de robar parte del trabajo de toda una vida, del esfuerzo de las personas que se han dejado la piel para poder dejarle un futuro mejor a sus hijos, merece una especial atención. El impuesto de sucesiones atenta contra las normas más elementales de funcionamiento de una sociedad y las ataca a todas a la vez: el trabajo, el ahorro, la propiedad privada y la familia. Consigue con un solo nombre de impuesto y de una sola vez romper con todo lo que hace que una sociedad pueda prosperar. Nos preguntamos si el fin de este impuesto es poder mantener el régimen de semiesclavitud fiscal al que nos vemos sometidos los españoles, perpetuando el poder omnímodo del Estado, y haciendo que los ciudadanos nunca puedan llegar a tener riqueza propia superior a la del Estado.
No solamente es el Estado español el que lo ampara y protege, la Unión Europea en una reciente sentencia de su Tribunal de Justicia, que los medios de comunicación han tergiversado en sus titulares, también ampara y protege el derecho de los diferentes Estados a perpetrar semejante latrocinio, haciendo sólo observaciones técnicas sobre cómo debe aplicarse a los miembros de otros países de la UE. Desde la administración más cercana, que es el ayuntamiento, hasta las más grande que es la UE, el saqueo al contribuyente es su razón de ser.
El P-LIB considera imprescindible una inmediata eliminación de este impuesto a la muerte, con el objetivo de conseguir que los ciudadanos consideren que merece la pena el esfuerzo, el trabajo y el ahorro, auténticos pilares del crecimiento económico. Con la llegada del P-LIB al gobierno de la nación se conseguirá que la prosperidad basada en la libertad de las personas, en la protección de la propiedad privada, y en el reconocimiento del trabajo y el esfuerzo de cada uno de nosotros por tener un mundo mejor, sea una realidad.
Francisco José Carvajal, miembro del CEF, se muestra contundente en sus declaraciones “Invito a cualquier político que legisla este impuesto a que se acerque a una persona en su lecho de muerte y tenga el valor de decirle a la cara que le va a robar parte del trabajo de su vida.» Y concluye «La socialdemocracia muestra aquí una de sus peores caras, la de la injusticia y la de la inmoralidad.”