El Partido Libertario (P-LIB) concurrió ayer a sus cuartas elecciones en los seis años y medio de existencia de esta formación política, la única que representa una opción clara y rotunda por menos Estado y más Libertad. Gracias al enorme esfuerzo de sus afiliados y simpatizantes y pese a las trabas enormes de nuestro injusto sistema electoral, logró hacerlo en tres circunscripciones más que en 2011. El Partido Libertario ha recibido un 36,32% más de votos que en 2011 para el Congreso de los Diputados, y mantiene también, con una ligera subida, su resultado para el Senado. Es particularmente destacable el resultado del P-LIB andaluz, que compensa el resultado francamente malo de nuestras candidaturas madrileñas, en pleno feudo de nuestros adversarios. Queremos expresar nuestro más profundo agradecimiento a todos los votantes libertarios. Interpretamos este resultado como la consolidación de una base electoral muy pequeña, sí, pero firme elección tras elección e inmune por tanto a los factores que han reducido nuestras posibilidades en las urnas.
Entre esos factores debemos destacar un clima político enrarecido y desincentivador del voto ideológico en favor del voto cortoplacista orientado a los pactos postelectorales. Por otro lado, hemos sufrido en los últimos meses y en los últimos días algunos ataques públicos por parte de algunos representantes de posiciones liberal-conservadoras que sin duda han conseguido dañarnos. Por lo tanto, el Partido Libertario ha afrontado estas elecciones en condiciones políticas francamente adversas, y además ha tenido que hacerlo con una extrema precariedad de medios económicos, ya que nuestras arcas y nuestra comunidad de donantes quedaron exhaustas tras el costoso esfuerzo de la campaña de recogida de firmas. En 2011 el P-LIB era la única formación política que reclamaba el voto de los partidarios del liberalismo económico. En 2015, ha tenido que competir por ese segmento del electorado con partidos mucho más poderosos y dotados de recursos infinitamente superiores, tanto por el lado conservador como por el socialdemócrata.
Como hemos expuesto reiteradamente, la magnitud del resultado electoral tiene una importancia menor para nosotros. Nuestro proyecto, con las circunstancias financieras que lo condicionan, es de largo plazo. Con apenas cinco mil euros de presupuesto de campaña no sería posible obtener más votos: el ratio actual, inferior a los dos euros por voto obtenido, ya es prácticamente inmejorable. También el ratio de votos por afiliado, alrededor de diez a uno, responde a los estándares que manejan los politólogos. Es imposible hacer más con menos. Concedemos la máxima importancia al hecho de que, durante esta campaña, hemos sido capaces de difundir con particular fuerza las ideas de la Libertad. Nadie más ha sensibilizado a la ciudadanía sobre las decenas de propuestas que ningún otro partido promueve, tanto en materia económica como de derechos y libertades. Estamos orgullosos de representar en la política española a los tres millares de personas que conforman la sensata minoría de pioneros de un tiempo mejor, un tiempo donde el individuo recupere su soberanía personal y la facultad de tomar sus decisiones y administrar su propiedad sin la injerencia, la represión ni el robo del Estado todopoderoso que hoy sufrimos. Esas personas dan sentido al Partido Libertario, y por ellas y por nuestras ideas seguiremos trabajando con renovadas energías.
El Partido Libertario percibe con escepticismo el resultado electoral general. Tal como ya advertimos durante la campaña, cualquiera que sea la coalición de gobierno o el pacto de legislatura que se alcance, va a suponer un retroceso de las libertades y un avance del estatismo promovido por los partidos colectivistas que se han hecho con todos los escaños del parlamento. Este es el resultado de cuatro años de un gobierno popular nefasto, liberticida en lo personal, confiscatorio en lo económico y acosado por la corrupción, que no tuvo empacho en maniobrar inicialmente para favorecer a Podemos frente al PSOE y después a Ciudadanos frente a Podemos. El resultado es que hoy nuestro mapa político entero es mucho más intervencionista, mucho más proclive a un Estado todavía más invasivo de nuestras vidas y de nuestros bolsillos. Celebraríamos el final de las situaciones de alternancia entre mayorías absolutas y el inicio de una etapa de mayor pluralismo político si no fuera porque, en realidad, lo que se ha consolidado ayer es un mapa a cuatro muy similar al anterior mapa a dos, pero con un sesgo estatista aún mayor.
Juan Pina, presidente del partido, ha agradecido el «esfuerzo heroico de los afiliados y simpatizantes del P-LIB y el ejemplo de Daniel Martínez, José Antonio Peña, Pedro Romero, Pedro Ruiz, Enrique Guillén y todos los candidatos libertarios». «Seguiremos siendo —ha señalado— la voz de cuantos planteamos una enmienda a la totalidad de este sistema ladrón y corrupto. Somos y seremos la única alternativa al insidioso paternalismo estatal que nos asfixia, y a la maquinaria indigna que nos arrebata a todos la mitad del producto de nuestro esfuerzo. Hay muchas razones para el optimismo y para confiar en el futuro. Hemos llegado a más gente que nunca. Hemos recibido innumerables apoyos de electores que han querido votarnos en circunscripciones donde no nos presentábamos. Nuestra comunidad nos pide seguir adelante y eso es, por supuesto, lo que vamos a hacer».
Hoy más que nunca, los libertarios pedimos a todos los amantes de la Libertad y particularmente a los casi tres mil votantes del P-LIB en las provincias donde ha podido concurrir, que den el paso de afiliarse, sumándose así al empeño de construir una sociedad realmente libre.