El Partido Libertario (P-LIB) en Catalunya asiste con preocupación a la anulación el pasado 8 de septiembre, por parte del Tribunal Supremo, de la absolución de los 3 responsables de una asociación de autoconsumo de cannabis barcelonesa que cuenta con 2300 socios, que anteriormente había dictaminado la Audiencia de Barcelona. El alto tribunal considera que su conducta encaja con un delito contra la salud pública porque promociona el consumo de drogas y porque no es uno de los supuestos de consumo compartido que no es punible penalmente.
El P-LIB en Catalunya considera desmesurada y abusiva la decisión tomada por dicho tribunal. Varios países europeos, como Suiza, Bélgica o Portugal permiten la posesión de cannabis para el autoconsumo. Algunos estados de EEUU, como Colorado y Washington, dan un paso más y permiten su distribución regulada, mientras que en Uruguay ya se ha legalizado la producción, comercialización y consumo de cannabis a través de canales controlados por el Estado. Por el contrario, España sigue siendo una excepción internacional también en este sentido debido a su torpe intervencionismo moralista, a través del Código Penal y la “Ley Mordaza”, que pone a los consumidores de cannabis directamente en las manos de las mafias del narcotráfico, especialmente a los de rentas más bajas. De este modo en España el Estado no lucha contra el narcotráfico sino directamente contra los ciudadanos.
La lucha contra el narcotráfico pasa sin duda por la despenalización y legalización gradual de la producción, distribución y consumo de las drogas en un marco legal de garantías al consumidor y pedagogía sobre su uso, pues los libertarios consideramos que un consumidor informado debe poder adquirir cuantas substancias desee sin estigmas. El cannabis, junto con el tabaco y el alcohol, es en lo que se refiere al consumo recreativo la droga más consumida en España. Los libertarios defendemos firmemente los derechos y libertades de cada persona, y si una persona puede tomar libremente nicotina, alcohol, y decenas de sustancias muy tóxicas no penadas por la ley, lo mismo debiera suceder con el cannabis.
Por lo tanto, el Partido Libertario defiende y propone la total e inmediata legalización de las drogas consideradas como “blandas”, y que en el proceso se realice la interpretación menos restrictiva de la ley, incluido el caso juzgado en Barcelona para cuyos acusados pedimos la total absolución. Pues los libertarios consideramos que las personas deben poder ejercer el derecho de disponer de su propio cuerpo como consideren oportuno.
Irune Ariño, miembro de la ejecutiva catalana del P-LIB, declara en relación a este asunto que “las personas involucradas en este tipo de conductas consienten voluntariamente y como adultas su participación y actuación”, y añade que “por este motivo, el Estado debe permitir el cultivo, distribución y consumo de cannabis del mismo modo que lo permite con otros productos tóxicos como la planta del tabaco”. Ariño considera también que “el Estado no debe intervenir en los hábitos de consumo de los individuos ni coaccionarles a seguir un conjunto de normas particulares de comportamiento, hecho que interfiere en su libertad”. Y concluye “La tipificación de un comportamiento como delito que no nace de la violación de derechos originarios, como la vida o la propiedad, supone un juicio moral. Así pues consideramos que los delitos sin víctima son pues, inconcebibles en una sociedad libre”.