El Partido Libertario (P-LIB) reitera su compromiso con la eliminación de los medios de comunicación estatales que, como se vuelve a demostrar, se han convertido en un agujero económico en el que se acumulan las pérdidas. La Corporación de Radio y Televisión Española (RTVE), arroja este ejercicio unas pérdidas de 571 millones de euros, continuando en números rojos año tras año.
La nula utilidad de los medios de comunicación públicos para los ciudadanos se manifiesta en la cuenta de resultados, probando que las empresas estatales rara vez son capaces de satisfacer las demandas que se supone deben complacer, con el añadido de que los déficits presupuestarios que generan acaban siempre repercutidos sobre los contribuyentes.
Los libertarios no somos tampoco ajenos a las polémicas sobre los contenidos de la televisión estatal. Partidos de uno y otro signo pugnan por colocar los contenidos que sus votantes y lobbies afines les demandan. Pelean por colocar directivos afines, por repartirse el manejo y las estrategias de la información sesgándola a su gusto. El P-LIB apuesta por la transferencia de los medios estatales a manos privadas en un concurso claro y limpio, o bajo la propiedad de los trabajadores de la entidad. Los ciudadanos deben poder elegir su oferta de ocio no a través de una entidad financiada de forma coactiva, sino con su mando a distancia. Es la manera de evitar la compra de votos y las corruptelas.
Los medios estatales de comunicación son un ejemplo sangrante del funcionamiento de las alcantarillas del Estado, de la utilización partidista e interesada de resortes que se ponen al alcance de los políticos y que estos utilizan en su propio beneficio, sesgando la información e influyendo en la opinión pública desde el poder. Debemos eliminar las empresas públicas de comunicación y desregular la concesión de licencias. Cualquiera con la tecnología necesaria debe poder emitir: es la base fundamental de la libertad de expresión.
José Luis Montesinos, vicepresidente del Partido Libertario ha declarado que “por un lado la OCDE pidiendo que suban impuestos porque no somos capaces de equilibrar el presupuesto y por el otro el gobierno gastando en adoctrinamiento, manteniendo el oligopolio de los medios de comunicación y las licencias. La broma de Televisión Española, 500 millones en rojo.” Y añade además que “luego nos peleamos porque ponen la misa o sale mucho tal o cual político a dar su discurso. Nos enfadamos porque en las noticias siempre están los mismos o porque las entrevistas parecen un baño con masaje. Se cierra o se vende y se deja que cada uno use el mando a distancia como le dé la gana.“