El Partido Libertario (P-LIB) rechaza la propuesta de reforma legislativa del Gobierno, dada a conocer el pasado martes por su Vicepresidenta, Carmen Calvo, según la cual el consentimiento sexual expresado con hechos, de forma tácita, o simplemente con una fórmula diferente de un “sí” deje de ser legalmente válido en el caso de que la persona que dé dicho consentimiento sea una mujer.
En primer lugar, una medida de este tipo sería imposible de llevar a la práctica. No es cierto que el código penal de Suecia, que la vicepresidenta toma como modelo, requiera el consentimiento mediante un “sí” expreso, sino que indica que “a la hora de evaluar la voluntariedad, se tendrá cuenta si esta se expresó con palabras, hechos o de alguna otra manera”.
La violación es un gravísimo delito al que una medida de este tipo no ayudaría a combatir. Por el contrario, diluiría el delito de violación etiquetando como tal a relaciones sexuales voluntarias y aumentando en la práctica la discrecionalidad de las condenas. Lo opuesto a lo que en teoría se desea evitar.
La proliferación de medidas legislativas politizadas como esta sólo puede conducir a un código penal cada vez más vacío de contenido y a una menor seguridad jurídica. Este es el enésimo caso de aplicación de diferentes criterios legales para diferentes grupos de población al aplicar un criterio de voluntariedad para las mujeres distinto al de los hombres, algo a lo que los libertarios siempre nos hemos opuesto. No parece que se hayan previsto las relaciones entre personas del mismo sexo, de hecho ni siquiera parece que los miembros del Gobierno sean capaces de concebir el que una mujer lleve la iniciativa en una relación sexual, ya que dar un “sí” implica una propuesta previa.
En relación al anuncio de la Vicepresidenta del Gobierno, la Secretaria General del Partido Libertario, Roxana Nicula, ha declarado que “lejos de centrarse en la persecución del delito de violación, el Gobierno, además de negarnos el derecho de autodefensa, se dedica a establecer criterios de voluntariedad distintos para hombres y mujeres. El paternalismo del Gobierno sí es expreso en esta propuesta sexista”.