- El Partido Libertario pide al gobierno de Canadá la intensificación de sus gestiones para hacer efectiva la nacionalidad canadiense
- El P-LIB condena sin paliativos la continuidad de los castigos corporales y demás violaciones de los Derechos Humanos en Arabia Saudí considera despreciables las relaciones de amistad de la Casa Real española con esa y otras monarquías absolutas de la zona
El Partido Libertario (P-LIB) expresa su alivio por la reciente liberación del preso de conciencia saudí Raif Badawi. Condenado inicialmente a muerte por el supuesto delito de apostasía, y después a diez años y mil latigazos, el bloguero liberal clásico solamente había recogido en su sitio web textos favorables a la libertad económica, al pluralismo religioso y a los derechos de las mujeres.
El Partido Libertario, que a lo largo de los años ha reiterado su exigencia de liberación de Badawi y ha organizado en dos ocasiones manifestaciones ante la embajada saudí en Madrid, pide al gobierno de Canadá la intensificación de sus gestiones para hacer efectiva la nacionalidad canadiense que le ha ofrecido y sacarle del país para que pueda reunirse con su esposa, Ensaf Haidar, y con sus hijos en Canadá. Pesa aún sobre Badawi una cruel prohibición de salir del país durante diez años más, mientras su abogado Waleed Abulkhair sigue preso.
El P-LIB condena sin paliativos la continuidad de los castigos corporales y demás violaciones de los Derechos Humanos en Arabia Saudí, así como la persistencia de supuestos delitos que en realidad forman parte de la libertad de expresión exigible a cualquier ordenamiento jurídico en cualquier lugar del mundo. El P-LIB condena el condicionamiento de las leyes civiles por cualquier religión, y rechaza frontalmente que la Sharía forme parte de la ley civil y penal de un Estado.
El Partido Libertario considera intolerable la continuada colaboración de las autoridades españolas con las saudíes, especialmente en materia de armamento tanto bélico como susceptible de ser empleado para la represión policial interna que el régimen totalitario y teocrático de los al-Saúd ejerce sobre la población. El P-LIB considera despreciables las relaciones de amistad de la Casa Real española con esa y otras monarquías absolutas de la zona, que se ha puesto de manifiesto con operaciones como la del tren de alta velocidad saudí entre Riyadh y La Meca o con la actual residencia del ex rey Juan Carlos Borbón en la vecina Abu Dabi.