El P-LIB discrepa profundamente de las declaraciones de Alberto Núñez Feijoo, presidente de la Xunta de Galicia, al diario El Mundo. En una entrevista publicada hoy, dice que a quien le gustaría ver a bordo de los barcos pesqueros españoles es a la Armada y no a «mercenarios» que «no reciben órdenes». Como buen militante del conservador y colectivista Partido Popular, Núñez Feijoo tiene al Estado subido a un pedestal y considera más noble el trabajo de los marineros a sueldo de la Armada que el de los agentes de seguridad contratados por empresas privadas. Además, las órdenes que debe recibir el personal de seguridad son las de su cliente, es decir, el capitán del barco; no las de sus superiores en la Armada.
El P-LIB considera que las empresas que envíen a su personal a zonas de alto riesgo más allá de nuestras fronteras son responsables de la seguridad del mismo, y les corresponde exclusivamente a ellas contratar y costear la escolta privada que necesiten. Es inmoral que los contribuyentes vayamos a pagar ahora cerca de medio millón de euros al mes en escoltas privados para los barcos, como lo sería que tuviéramos que pagar la escolta de cualquier otro ciudadano que viajara a zonas de guerra o sometidas a otros riesgos para su seguridad. Y peor aún sería subir a la Armada y militarizar los barcos privados. La Operación Atalanta debe terminar y la Armada debe dedicarse a su misión: proteger nuestras aguas territoriales y no el océano Índico.
