La noticia conocida hoy sobre el timo de un millón de dólares al CNI por parte de un supuesto alto cargo somalí, junto a las torpes explicaciones del presidente Rodríguez Zapatero respecto a ese incidente, revela una vez más hasta qué punto la situación de la piratería somalí se le ha escapado de las manos al Gobierno. No corresponde a las autoridades españolas pagar rescates en caso de secuestros, y menos aún fuera de nuestro territorio. Además, el incidente empeora aún más la imagen de ineficacia que desde hace años caracteriza al espionaje español. Un millón de dólares de las arcas públicas evaporado en Somalia da mucho que pensar sobre los fondos reservados, cuya desaparición reivindica el P-LIB. El gobierno debe dar explicaciones inmediatas y precisas sobre lo sucedido y sobre el paradero de ese dinero público.