La decisión del gobierno iraní de confiscar el premio Nobel de la Paz (la medalla y el diploma acreditativos) a la abogada Shirin Ebadi es un símbolo más del aislacionismo antioccidental del régimen de Teherán, y de su determinación a seguir conculcando sistemáticamente los Derechos Humanos y civiles de la población.
El P-LIB condena este acto absurdo y dictatorial del régimen de Ahmadineyad, y reitera su exigencia de una coordinación de la diplomacia europea y occidental para presionar a Teherán y apoyar de forma realmente efectiva a la oposición clandestina y a las organizaciones sociales que luchan por la libertad individual en Irán.
