El pésimo resultado de la Encuesta de Población Activa, cuya filtración probablemente obedece al interés del gobierno (adelantar el dato para que no coincida con el Día del Trabajo) no ha sorprendido a nadie y sólo reconfirma la extrema gravedad de nuestra situación económica. Superar el 20 % de desempleo es inasumible para la economía española y requiere una reforma económica profunda pero extraordinariamente rápida. Pero mucho más preocupante aún es el máximo histórico de la prima de riesgo sobre la deuda española, que puede correr pronto la misma suerte que los bonos griegos, lo que ocasionaría una convulsión financiera de impredecibles consecuencias para Europa. Todos estos factores evidencian un auténtico agravamiento de la crisis económica en España, mientras José Luis Rodríguez Zapatero parece decidido a seguir tozudamente el camino trazado por Grecia. Se necesita un profunda rebaja de impuestos que reactive el consumo, una reducción drástica del coste del Estado y una flexibilización urgente del mercado de trabajo. El P-LIB se reafirma en su propuesta de medidas para salir de la crisis, expresa su escepticismo ante las medidas gubernamentales y reitera su reflexión sobre la necesidad de que el partido gobernante provoque la sustitución del presidente del gobierno, para escenificar ante los inversores y ante la comunidad internacional el compromiso con un auténtico cambio de rumbo y, una vez adoptadas las medidas de choque necesarias y encarrilada la recuperación, convocar elecciones anticipadas.