El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera injustificada y profundamente intervencionista la acción del Partido Popular al propiciar la fusión «fría» de Cajamadrid, Bancaja y varias entidades más, creando una macrocaja que responderá a los intereses de ese partido y estará comandada por Rodrigo Rato. El Partido Popular ha demostrado una vez más que en realidad no apoya la libertad económica ni la necesaria reforma de nuestro sistema bancario y financiero. Uno de los elementos fundamentales de esa reforma debería ser la desaparición de las cajas de ahorros, entidades quebradas y profundamente burocratizadas, empleadas por los partidos políticos, las centrales sindicales, las organizaciones empresariales y algunas administraciones públicas (particularmente las autonómicas) para autoconcederse créditos generalmente carentes de garantías suficientes. La presunta obra social de las cajas y el presunto carácter no lucrativo de estas entidades es tan sólo una cortina de humo para esconderle a la sociedad el auténtico carácter de estas entidades: bancos estatales que sirven a los intereses del oligopolio partitario y de los «agentes sociales». Resulta particularmente lamentable que la presidenta de la Comunidad de Madrid, que tanto gusto obtiene en proclamar a los cuatro vientos su amor al liberalismo, haya sido (junto a un político imputado por corrupción) la principal urdidora de esta operación, que sin duda servirá para financiar a su partido con el dinero de los depositantes. Aquí se ve claramente cuál es el alcance real del liberalismo de Esperanza Aguirre. El P-LIB reitera su exigencia de privatización de todas las cajas de ahorros.