La propuesta formulada hoy por Mariano Rajoy, consistente en incorporar a la Constitución la garantía de no sobrepasar un pequeño porcentaje de déficit público (como ya ha hecho Alemania y se debate en otros países) es un tímido avance en la política económica del Partido Popular (prácticamente socialdemócrata), pero queda muy lejos de una reforma profunda de la Carta Magna para la liberalización de la economía, reforma que plantea el P-LIB desde su misma fundación.
Para el Partido de la Libertad Individual, lo fundamental es limitar constitucionalmente la presión fiscal general y la máxima soportada por cada persona física o jurídica. Estos topes podrían ser tanto porcentuales, con un tipo máximo constitucionalmente garantizado, como absolutos, con unas sumas máximas recaudables. De la misma manera, el P-LIB propone la introducción de garantías constitucionales contra el endeudamiento excesivo de todas las administraciones públicas, estableciendo igualmente topes reducidos al mismo. Si se garantizara constitucionalmente el tope impositivo y el tope a la deuda, ni siquiera sería necesario el tope al déficit.
Por último, el P-LIB recuerda que la Constitución debe reformarse también para garantizar mejor el derecho a la propiedad, para asegurar la justa proporcionalidad fiscal, para evitar las injerencias de las administraciones públicas en la libre acción comercial, laboral y empresarial de los ciudadanos y de sus empresas, y para eliminar la mención colectivista a la supuesta «función social» de la riqueza ajena, sobre la que se basa tod un conjunto de agresiones a la libertad económica.