El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) está analizando la evolución del debate sobre las pensiones en la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo, y publicará en breve sus planteamientos al respecto. Entre tanto, hay un hecho realmente grave que el P-LIB debe denunciar. La Comisión ha acordado solicitar al gobierno que la ampliación del periodo de cotización no afecte a los parlamentarios, y ha blindado todos los demás privilegios de diputados y senadores en lo tocante a sus pensiones. Así, un parlamentario tiene derecho a pensión tras haber cotizado siete años, mientras que el ciudadano común debe haber cotizado quince. Además, el parlamentario obtiene el 100 % de la pensión con sólo once años de cotización, y el ciudadano normal debe haber cotizado treinta y cinco años. Mientras se discute el retraso de la edad de jubilación, los parlamentarios pueden jubilarse a los sesenta.
El P-LIB expresa su indignación por este escandaloso blindaje de los privilegios injustos y anacrónicos de los parlamentarios en medio de una crisis severa y en plena reforma de las pensiones. El P-LIB piensa que las pensiones de los parlamentarios, como las de cualquier ciudadano, deberían ser estrictamente privadas y no depender de decisión política alguna sino estrictamente de la capitalización de los montos acumulados durante la vida laboral del trabajador. Pero, sobre todo, el P-LIB acusa a los parlamentarios de todos los partidos con representación de actuar con una extrema arrogancia e insensibilidad hacia la ciudadanía. El P-LIB se sumará a las movilizaciones específicas que en su caso se convoquen contra cualquier privilegio a favor de las pensiones de diputados y senadores, y tratará por todos los medios a su alcance de poner en evidencia esta extraordinaria injusticia. Llamamos a la ciudadanía a impedir este repugnante abuso.