El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera que los parches introducidos por CiU a la extensión de la edad de jubilación son mejor que nada, pero la cuestión de fondo sigue siendo implantar un sistema de capitalización personalizada para liberalizar la edad de jubilación y dejar que sea cada trabajador quien la decida dentro de una amplia horquilla en función de múltiples factores, entre ellos el capital acumulado en su fondo personalizado y sus preferencias personales. Homogeneizar la edad de jubilación es una aberración colectivista porque cada trabajador y sus circunstancias personales son un mundo. En todo caso, debemos exigir al Estado el cumplimiento de las condiciones de jubilación que han sido vigentes hasta ahora, porque es una infamia cambiar las reglas del juego durante la partida. Incluso en plena crisis, el Estado debe ahorrar en otras partidas para pagar lo que se comprometió a pagar y permitir que la gente se jubile a la edad que se les prometió, no más tarde. En este sentido, lo obtenido por CiU rebaja algo la cruel modificación de condiciones dentro del fracasado sistema de reparto, al hacer que los trabajadores con jubilación prevista en los próximos años sigan bajo el régimen actual. De todas maneras, toda la reforma pactada por el gobierno, los grupos parlamentarios y los agentes sociales es un inmenso despropósito. El sistema de reparto está quebrado, constituye además una estafa piramidal y no es capaz de dar confianza ni seguridad a los trabajadores, además de empobrecer drásticamente a los jubilados. Cada día que pasa se hace más evidente y más urgente la necesidad de un cambio completo de sistema, propuesta que en España sólo defiende el P-LIB.