El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) comparte el alivio que se ha extendido por nuestro país al conocerse la operación policial contra la SGAE. La caída de la mafía corrupta que ha venido sojuzgando durante décadas a autores, editores y consumidores, es un signo inequívoco del fin de una era. El P-LIB celebra el apresamiento de estos presuntos delincuentes y su traslado al lugar físico que les corresponde, el calabozo. El Presidente del P-LIB, Juan Pina, ha declarado hoy que «espero que caiga sobre esta organización delictiva todo el peso de la ley, y parece lógico que la investigación se extienda además a las posibles ramificaciones en las otras entidades de gestión». «Las tramas de corrupción son un secreto a voces en las entidades de gestión, y no sólo en España, y se deben generalmente a su carácter cuasi monopólico, a su nula democracia interna y a las enormes e injustificadas prerrogativas que el Estado les otorga», ha señalado. «Al contemplar la detención del líder de la banda, Eduardo Bautista, y de ocho de sus lugartenientes, el debido respeto a la presunción de inocencia no puede disimular el regocijo generalizado y la sensación de que, al menos moralmente, se ha puesto las cosas en su sitio y se ha comenzado a hacer justicia», ha manifestado, añadiendo que «el desprecio y la repugnancia de la sociedad española hacia Bautista y la organización delictiva que al parecer lidera son tan extremos como la desvergüenza y la extorsión legalizada por parte de la SGAE». «La detención de la cúpula de la banda SGAE supone un fortísimo correctivo a la ministra de Cultura, que desde el inicio de su mandato ha venido protegiendo y amparando a Bautista y su organización, por lo que cabe recordarle a la señora Sinde que la comunidad de usuarios de Internet y, en general la sociedad española todavía está esperando su dimisión».