El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera absolutamente inaceptable la indecisión de la presidenta castellano-manchega María Dolores de Cospedal a la hora de privatizar o simplemente cerrar de inmediato el ente público Radio Televisión de Castilla-La Mancha. Con una deuda autonómica que supera los dos mil quinientos millones de euros, heredada de la gestión nefasta del anterior ejecutivo socialista, esta comunidad autónoma no está en condiciones de mantener, precisamente, uno de los tipos de empresa pública que más costosos resultan. De Cospedal lleva semanas prometiendo una «austeridad drástica», pero lo único que ha hecho es nombrar un nuevo director, Nacho Villa, para dar continuidad a este ente ruinoso, eso sí, repitiendo la consigna de que «el primer mandato de Villa será controlar el gasto y garantizar la pluralidad informativa». Así, en realidad, la privatización o el cierre quedan aplazados sine die. La elección del periodista de la COPE ha suscitado las correspondientes críticas sobre la manipulación informativa que cabe esperar, la cual simplemente cambia de signo. El P-LIB se suma a esa convicción porque es pueril pensar que un partido político no vaya a usar las radios y televisiones estatales en su poder como instrumento de propaganda, estando el mal en la propia existencia de televisiones públicas, ya sean de ámbito regional o nacional. El Coordinador del P-LIB en Castilla-La Mancha, Pablo Ossorio, ha declarado que «es un escándalo que los contribuyentes estén obligados a seguir financiando estos canales que sólo interesan a los partidos, que nos deben ver como a incapaces necesitados de una ración diaria de televisión programada por el gobierno de turno». «No sabemos qué entenderá la nueva presidenta regional por austeridad, pero mucho nos tememos que, viendo como está manejando este asunto de RTVCM, no vamos a salir del pozo al que nos ha llevado un gasto absurdo y desbocado». El P-LIB exige la inmediata puesta en venta de RTVCM o su simple cierre.