La acción coordinada de los principales bancos centrales del mundo, destinada a inyectar en la economía ingentes cantidades de dinero de nueva creación sin respaldo, se orienta principalmente a salvar a los bancos comerciales, convertidos en meras extensiones del sistema de banca central y expuestos a la deuda estatal tóxica. El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) desconfía de esta maniobra inaudita, que no sanea ni hace más real la economía, sino que agrava su manipulación desde el poder político. Los bancos centrales son Estado, y los Estados son los culpables de la situación gravísima que atraviesa la economía mundial, por haber incurrido durante décadas en prácticas de sobreendeudamiento extremo y por haber distorsionado la economía con su intervencionismo y su política monetaria. Las medidas que ahora adopta al unísono la banca central van destinadas a salvarse a sí misma y a sus Estados, no a mejorar la economía. El P-LIB reclama una economía libre y espontánea que logre salir definitivamente de la dinámica de ciclos, para lo que resulta esencial recuperar la sujeción de la masa monetaria a patrones objetivos y prescindir de la extrema manipulación económica de los Estados y sus bancos centrales y de las instituciones de Bretton Woods.