A raíz de la manifestación de prostitutas de Madrid que tuvo lugar hace pocos días en la capital, el Partido de la Libertad Individual (P-LIB) madrileño desea precisar su posición respecto a este asunto. La protesta se dirigió contra las políticas municipales cuyas normativas «persiguen, acosan y espantan a los clientes» según afirman las convocantes en el documento aprobado, al tomar los datos y sancionar y multar a dichos clientes por los más variadas y peregrinos motivos.
Los liberales consideramos que cada persona es propietaria de su cuerpo, por lo que no es legítimo que el Estado impida coactivamente a los ciudadanos hacer con él lo que deseen, siempre que lo hagan de manera libre, pacífica y sin vulnerar derechos o libertades de otras personas.
Observamos continuamente cómo la ilegalización de la prostitución coloca a las personas que la ejercen en una situación de desamparo social y, como también ocurre con las llamadas drogas blandas, la prohibición, lejos de arreglar nada, lo único que consigue es empeorar la situación de quienes ejercen la prostitución, que lo hacen en malas condiciones de seguridad, higiene y en una situación similar a la de un mercado negro. Además, la situación actual estigmatiza a las personas que ejercen la prostitución de un modo injusto, innecesario e incluso podría decirse que hipócrita.
Asimismo, es obvio que el Estado destina multitud de recursos económicos y humanos de una manera inútil e ineficiente, puesto que si se dejara de perseguir esta actividad esos recursos podrían destinarse a perseguir a verdaderos delincuentes, como son por ejemplo las organizaciones delictivas o mafiosas que obligan a personas a prostituirse bajo coacción o violencia o que incluso las drogan para poder someterlas con mayor facilidad. Estas organizaciones sí han ser perseguidas implacablemente y debe caer sobre ellas todo el peso de la ley. Por supuesto, cuando hablamos de legalizar la prostitución nos referimos en todo momento a quienes deseen ejercerla de manera voluntaria.
Las objeciones de la izquierda a la legalización de la prostitución se basan en que las personas que la ejercen en realidad no quieren ejercerla y lo hacen movidas a ello por su situación económica. A ello cabe decir, en primer lugar, que los partidos políticos no deberían arrogarse la interpretación de la voluntad de nadie; por otro lado, esa objeción no es en absoluto consistente ya que puede ser aplicada literalmente a todo el mundo que se vea obligado a trabajar para vivir y no tiene sentido prohibir toda actividad laboral o económica por ese motivo. Por otro lado, las objeciones del movimiento feminista a la prostitución se basan principalmente en la afirmación de que ésta denigra a las mujeres. Esta argumentación no es honesta desde el momento en que el mismo movimiento no plantea objeciones a la prostitución masculina. Además incurre en el mismo error que la derecha más conservadora al pretender usar el Estado para imponer una determinada visión ética de la sociedad. Finalmente, desde sectores conservadores se criminaliza la prostitución en base a motivos morales. Desde la lógica liberal, ninguna corriente política, moral o religiosa tiene derecho a exigir que el Estado ilegalice un acuerdo entre dos personas que se realiza de manera libre y consciente, sin violar derechos de terceros.
El Coordinador General del Partido de la Libertad Individual en la Comunidad de Madrid, Iván Sánchez, ha declarado que «legalizando la actividad de la prostitución, quienes desearan ejercerla podrían hacerlo en mejores condiciones que en la actualidad y quedaría mucho mejor definido quién la ejerce de un modo voluntario y quién lo hace bajo coacción de alguna organización delictiva, con lo que sería mucho más fácil y efectiva la persecución de las mafias criminales que someten, esclavizan y torturan». «También entendemos que no existen motivos lícitos o ilícitos para mantener relaciones sexuales más allá de la mera libertad y voluntariedad y que la prostitución es únicamente una actividad comercial o empresarial más«, ha añadido.
En definitiva, en el Partido de la Libertad Individual de Madrid consideramos que los/las prostitutos/as deberían tener libertad para poder ofrecer sus servicios, bien como empresarios/as autónomos/as, bien a través de empresas que quieran contratar a estas personas.