El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) rechaza el rescate al Banco de Valencia y denuncia nuevamente el abuso de poder que implica emplear el dinero extraído fiscalmente a todos los ciudadanos para cubrir las deudas de empresas concretas, sean bancarias o de cualquier otro sector. El concepto de «demasiado grande para caer» es completamente ajeno a un entendimiento cabal de la economía y de la libre empresa. Las empresas de servicios bancarios, como cualquier otra, deben asumir sus propios riesgos y las consecuencias de su gestión. En línea con recientes reformas en nuestro entorno europeo, el P-LIB considera que la banca de depósito y la de inversión deberían separarse como primer paso hacia una futura desaparición de la capacidad de crear de dinero sin respaldo por parte de los bancos comerciales.
El Vicecoordinador del P-LIB valenciano, Francisco Ramos, ha declarado que «si tu empresa no tiene liquidez, puedes solicitar un crédito para tenerla, siempre que cuentes con pasivo suficiente para respaldarlo, pero resulta que cuando es el banco el que tiene falta de liquidez, inmediatamente se le da el dinero de todos nosotros, incluido el del empresario que ya ha cerrado porque ese mismo banco primero le indujo a aceptar créditos y después cerró el grifo bruscamente al acentuarse la crisis». «Que solo queden funcionando los bancos con capacidad de hacer su trabajo y que puedan surgir competidores nuevos, basta ya de rescatar bancos fallidos a costa de los impuestos de los ciudadanos que están atravesando una crisis terrible. Hay que recordar que esta crisis se debe precisamente a los excesos de la política de endeudamiento de los Estados y de su sistema bancario hiperregulado e intervenido, convertido en una mera correa de transmisión de la banca central».