Ante la significativa rebaja de la calificación de Standard & Poor’s a la deuda soberana de varios países de la Eurozona, incluido el nuestro, el Partido de la Libertad Individual (P-LIB) señala como causa la incapacidad europea y española de afrontar el verdadero problema de fondo: el gigantismo del Estado y la necesidad imperiosa de reducirlo de manera drástica. Sólo así podrán reducirse considerablemente sus necesidades crediticias y se podrá comenzar a reducir deuda en lugar de incrementarla. El P-LIB discrepa profundamente de las declaraciones efectuadas ayer por el ministro Montoro sobre esta rebaja de calificación, ya que por un lado afirma la necesidad de «reaccionar» pero, por otro, el gobierno español sigue instalado en la parálisis y sus principales medidas son de incremento de sus ingresos a costa del ciudadano, que de media tendrá que pagar casi setencientos euros más a Hacienda este año, según denuncia un reciente informe.
Igualmente desafortunada es la pretensión del ejecutivo conservador de mantener prácticamente intacta la actual inflexibilidad del mercado de trabajo –tal como hoy declara Montoro al ABC–, cuando la rigidez de ese mercado es una de las causas principales de que nuestra situación sea particularmente grave.
En general, la política económica de estas primeras semanas de gobierno conservador no sólo no se diferencia apenas de la que aplicó el PSOE, sino que incluso incurre con mayor determinación en los mismos errores: impuestos aún más elevados, rigidez laboral, seguidismo de las malas políticas económicas de la UE, incremento temerario del endeudamiento (celebrando cada «colocación de deuda» como si fuera un triunfo), mantenimiento de televisiones públicas, mínimos recortes del gasto estatal y de la desmedida plantilla de empleados públicos, obsesión por el ingreso y caza de brujas a los contribuyentes, intento de hinchar una nueva burbuja inmobiliaria y un largo etcétera. En definitiva, una estrategia económica propia de un gobierno socialdemócrata.
El P-LIB invita a la reflexión a quienes se consideran liberales pero el pasado 20 de noviembre votaron al PP.