El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) deplora que, en plena crisis, España sufra un récord del precio de los combustibles. Es necesario recordar que no son precios libres, no son producto del cruce entre la oferta y la demanda naturales. Son precios absolutamente politizados, y un porcentaje altísimo de los mismos se debe en realidad a los impuestos confiscatorios que incluyen, y que pasan más o menos desapercibidos a la población. Estos impuestos suben en proporción al aumento del precio sin que los ciudadanos tengan alternativas, encareciendo no sólo nuestro transporte sino también los bienes y servicios que consumimos. Ante la gravedad de la crisis, el P-LIB considera necesario reducir drásticamente los impuestos que pagan los ciudadanos, y el de hidrocarburos es uno de los más duros que soportamos todos. José María Rodríguez, miembro del Comité Ejecutivo Federal del P-LIB, ha declarado que «el impuesto sobre el combustible tiene un efecto directo sobre la actividad económica, y en plena crisis debería reducirse para permitir que ésta se reactive». «Además, sería muy importante que el precio de los combustibles reflejara con claridad el monto y el porcentaje de los impuestos para que los consumidores fueran conscientes de la desproporción y del consiguiente expolio fiscal al que les somete el Estado».