El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) manifiesta su posición tras la última reunión del Ecofin y ante la reducción del objetivo de déficit al entorno del 5,3 %. En primer lugar, creemos que resulta evidente la existencia de acuerdos tácitos entre las autoridades españolas y europeas desde antes de la imposición «unilateral» del 5,8 % por parte del presidente Rajoy. Parece ahora claro que el acuerdo discreto entre ambas partes incluía el margen de regateo de unas cinco décimas, que el gobierno español se ha apresurado a considerar como una gran noticia. El P-LIB sospecha que el objetivo de esta ligera reducción del objetivo es justificar nuevas subidas de impuestos tras las inminentes elecciones asturianas y andaluzas. Por más que el gobierno niegue que se vaya a subir el IVA, es muy probable que ese sea uno de los impuestos a aumentar, si no de forma inmediata sí a lo largo del año o con efecto al inicio de 2013. Además, parece claro que el gobierno piensa incrementar los impuestos especiales de todo tipo y los ingresos estatales por todo tipo de conceptos. En esa línea va la probable subida de la luz que está preparando Soria, y el ascenso del precio de la gasolina (un precio político controlado por le Estado), que se halla en máximos históricos. El gobierno parece decidido a emplear los impuestos menos obvios para esconder algo su extrema voracidad fiscal.
El P-LIB se opone frontalmente a la subida de impuestos, sean éstos cuales sean, e intensificará su campaña contra este salvaje expolio fiscal a los ciudadanos y a las empresas por parte de un Estado manirroto que debe reducir su propio volumen, su plantilla desproporcionada y su coste insoportable para la población. Pensamos que el ajuste adicional debe hacerse solamente por el lado del gasto. Sospechamos además que el incremento de la presión fiscal va a penalizar especialmente a los ciudadanos y empresas que mayor previsión, reservas y ahorro habían generado, lo que constituye un auténtico despropósito. El P-LIB propone medidas realmente efectivas
El P-LIB, que ya consideraba enorme un objetivo del 5,8 % de gasto superior al PIB, lamenta el escaso alcance de la rebaja impuesta por Bruselas, que hace a la Comisión Europea cómplice de la indisciplina fiscal española y de su derroche previsto para el presente ejercicio. Además, debemos temernos lo peor porque el gobierno, con independencia de su color político, siempre se desvía respecto a sus propios objetivos de déficit. El P-LIB apuesta por un giro de ciento ochenta grados que lleve a la reducción de impuestos (sobre todo al ahorro), a la eliminación o fuerte reducción de trabas y barreras de acceso a la empresarialidad, como la cuota de autónomos, a la reducción real y drástica del gasto público y a la liberalización auténtica del mercado de trabajo y del resto de la economía.