El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) madrileño se niega a aceptar que no haya manera de equilibrar los presupuestos sin denigrar a los ciudadanos tanto económica como físicamente. Ana Botella, alcaldesa de Madrid, ha anunciado su intención de reducir la frecuencia de recogida de basuras, ya que según la alcaldesa no es necesario recogerla cada día, un exceso de higiene que no nos podemos permitir.
Lógicamente, sólo hay que mirar los presupuestos municipales del 2012 para darse cuenta que hay multitud de partidas inútiles con las que ahorrar sin oprimir aún más la economía familiar, pero, obviamente, para esto se necesita un mínimo de sentido común. Echando un simple vistazo vemos (a partir de la página 142 de estos presupuestos) que se van a destinar nada menos que 7.000.000 euros para promocionar las futuras y queridas olimpiadas. No son menos desdeñables las cuantiosas cantidades destinadas a sindicatos, asociaciones de empresas, fundaciones etc. algo que a cualquier ciudadano normal que sabe lo duro que es trabajar para intentar sacar a su familia adelante, sin duda le parecerá una desvergüenza y una obscenidad.
Para Iván Sánchez, Coordinador General del P-LIB madrileño, “esta forma de actuar, no sólo del PP madrileño sino a nivel nacional, demuestra lo alejada que está la política actual del ciudadano, hasta qué punto el Estado se ha convertido en un monstruo voraz que es capaz de asfixiar al ciudadano para salvaguardar su propio bienestar, y hasta que punto los políticos viven en una realidad paralela en la que no son conscientes ni de las necesidades de los ciudadanos ni de cuándo éstos están agonizando económicamente”. “Si el Estado tiene deudas, el ciudadano también, si el Estado debe ahorrar, el ciudadano también, y esto es lo que no entienden los iluminados que nos gobiernan”. Iván Sánchez ha afirmado que “la factura impagable es la correspondiente a los despropósitos del anterior alcalde megalómano, no la de la recogida de la basura». Los servicios de recogida de basuras, a juicio del P-LIB, podrían y deberían corresponder a la iniciativa empresarial privada en condiciones de concurrencia, como en muchos lugares del mundo.
Para el P-LIB sólo hay una manera de cuadrar presupuestos: reducir el gasto. Hay que recortar el desorbitado tamaño de la administración y no el maltrecho bolsillo del ciudadano. Exigimos seriedad, responsabilidad, conciencia y sentido común porque la situación es ya insostenible y no se puede jugar con las personas como lo está haciendo el partido que sustenta tanto al actual gobierno como a la alcaldesa de Madrid. En palabras de Iván Sánchez, «si de verdad quieren eficiencia que privaticen servicios, que desaparezcan del tejido empresarial, que reduzcan su gasto a lo indispensable, que vendan propiedades inmobiliarias y que dejen de abusar de servicios y privilegios».