Ayer resultó herido otro militar español en un ataque contra un convoy en Afganistán. El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) vuelve a solicitar la salida de las tropas españolas de aquel país. La operación internacional, que le cuesta a los contribuyentes españoles un millón de euros al día, si alguna vez tuvo sentido, hace ya mucho que dejó de tenerlo. Las tropas internacionales son percibidas como invasores por la mayor parte de la población afgana. Once años desde la ocupación de Afganistán no han servido más que para prolongar el desastre. Nos reafirmamos en que nuestras Fuerzas Armadas deben limitarse a sus funciones constitucionales de defensa de la integridad territorial, y si actúan en el exterior debe ser sólo por causas excepcionales.
Álvaro Chena, Vicepresidente tercero del P-LIB, ha afirmado que «la misión en Afganistán no pretende otra cosa que mantener a un gobierno prooccidental que, en el mejor de los casos, no sabemos qué apoyo tiene, y en el peor, parece que cada vez se desliza más hacia una corrupción profunda, entre el desprecio y la hostilidad de los ciudadanos afganos, y todo ello, financiado con los maltrechos bolsillos de nuestros contribuyentes».