El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su sorpresa por la incomprensible posición del Gobierno al justificar que se haya multado a un ciudadano implemente por enarbolar una bandera republicana en un acto deportivo. Los argumentos utilizados por el Gobierno, al considerar este acto como una provocación o como incitación a la violencia, crean un grave precedente al sentar las bases para prohibir cualquier tipo de símbolos que a los ojos del Gobierno sean considerados «peligrosos», o incluso los actos y publicaciones donde aparezcan. El P-LIB exige el respeto a la más absoluta libertad de portar en los espacios públicos cualquier simbología política, religiosa o de otra naturaleza. La única limitación legítima es la normativa que en su caso establezcan los propietarios de locales para la convivencia en su interior. El derecho a la libre expresión es fundamental e inalienable, y por su naturaleza resulta crucial para la Libertad en su conjunto.
El Secretario General del P-LIB, Javier López, ha declarado que «los liberales consideramos ilegítimo y gravísimo que el gobierno se crea con derecho a decirle a los ciudadanos qué símbolos pueden o no portar«.