El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera muy reveladora la reciente encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre la opinión pública en materia de política fiscal. Parece que algo empieza a cambiar en la percepción de los ciudadanos sobre el enorme expolio tributario al que están sometidos.
Es muy significativo que el 38.2 % de la población española piense que «los impuestos son algo que el Estado nos obliga a pagar sin saber muy bien a cambio de qué», posición que refleja la pura realidad de un pozo sin fondo al que contribuimos en la medida que se nos exige y sin adquirir a cambio nada más que vagas obligaciones de asistencia estatal, cada vez peor cumplidas. Lógicamente, casi dos tercios de la población percibe que está pagando más de lo que recibe, y un 66,3 % piensa que los impuestos son excesivos. Esto contradice claramente las ideas de redistribución «de ricos a pobres» en las que se basa el sistema socialdemócrata imperante, poniendo de manifiesto que en realidad el Estado le quita a todos y le da a todos, siempre de una manera arbitraria e ineficiente. Además, ya superan un tercio los ciudadanos conscientes de que en España se paga más impuestos que en nuestro entorno europeo, contra la extendida y errónea creencia de que pagamos menos.
Resulta muy indicativo del fracaso del estatalismo que más de la mitad de la población considere poco o nada satisfactorio el funcionamiento de los servicios que presta el Estado. Ante esto, es alentador que ya tengamos una cuarta parte de la población que, ante la disyuntiva de «mejorar» los servicios estatales o cobrar menos impuestos, se muestre favorable a esta última opción. También consideramos positivo que la percepción general sobre quienes emprenden un negocio sea bastante mejor de lo que a simple vista pudiera parecer, especialmente por la alta valoración del riesgo que asumen. Queda claro que si no se emprende más es por falta de incentivos económicos naturales, y que éstos no se producen porque la economía está intervenida y estrangulada por el estatalismo. pese a ello, un 36,9 % de ciudadanos prefieren ser emprendedores a trabajar por cuenta ajena, dato que consideramos aún escaso pero alentador, aunque la aversión al riesgo sigue siendo el factor que más retrae a los potenciales empresarios, y más del 80 % considera que en España es difícil iniciar un negocio, lo que coincide con el dato dramático que arroja el informe Doing Business in 2013 del Banco Mundial, según el cual crear una empresa en España es más difícil que en numerosos países del Tercer Mundo.
Los liberales consideramos muy significativo que las personas totalmente favorables a la libertad de horarios comerciales ya superen a las totalmente contrarias.
Por último, celebramos que más del 10 % de la población diga espontáneamente «liberal» cuando le preguntan por su adscripción política, siendo la tercera opción después de «socialista» y «conservador», pero muy cerca de ambas. El P-LIB llama la atención sobre la extraordinaria anomalía de nuestro sistema político al no existir en él una representación equivalente del Liberalismo en las instituciones, como en toda Europa. Esto se ha debido al secuestro permanente que del Liberalismo han hecho en España los conservadores durante las últimas décadas.