El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) de Euskadi lamenta las declaraciones del nuevo Consejero de Salud del Gobierno Vasco, Jon Darpón, en las que anuncia que Osakidetza aumentará su plantilla este año para garantizar la calidad del servicio y por la apertura de nuevas infraestructuras sanitarias. Estas declaraciones son especialmente significativas si se tiene en cuenta que en los presupuestos de este año del Ejecutivo vasco, la Consejería de Salud se lleva el 35% del total, concretamente la cifra nada desdeñable de 3.263,2 millones de euros. Además, el lehendakari Urkullu ha pedido al gobierno central que rebaje el objetivo de déficit autonómico. Pretende así seguir financiando el enorme gasto en infraestructuras y empleo público en el que esta comunidad viene incurriendo desde hace años a costa de un mayor endeudamiento y presión fiscal a los ciudadanos. Resulta alarmante que el consejero de Sanidad se muestre orgulloso de que su departamento haya sido el menos “perjudicado” por los recortes, cuando la sanidad vasca está a la cabeza de todas las comunidades autónomas en gasto por persona, con 1.488 euros al año frente a la media de 1.191 euros al año
El P-LIB llama a la sociedad vasca a plantearse si la calidad del servicio que se ofrece y las coberturas que se les brindan compensan el expolio fiscal al que se ven sometidos los ciudadanos para pagar este servicio y otros de caracter público, animándoles a preguntarse si con ese mismo dinero no se podrían pagar mejores coberturas y mejor atención sanitaria, acudiendo al sector privado. La atención a la minoría que aún así no pudiera costeárselo se efectuaría mediante cheque canjeable, de manera que esas personas no perdieran, como ocurre actualmente, la capacidad de escoger en libertad entre las opciones existentes.
Iván Mejía, Coordinador Provincial del P-LIB en Álava, ha declarado que “el P-LIB es el único partido que apoya un cambio efectivo hacia un sistema de sanidad privada universal, en un marco de libre mercado, donde los ciudadanos puedan elegir el proveedor sanitario que más les convenga”. “Es denigrante —afirma— que tengas que lidiar con el estado de ánimo que tenga el funcionario de Osakidetza ese día en concreto, casí como si estuvieras pidiendo favores en un servicio que tú pagas”. Mejía propone que “todo el mundo escoja su seguro privado de salud, ganando en libertad, mejores precios y atención, al fomentar la sana competencia entre aseguradoras médicas”, recordando “quienes no pudiesen pagarlo recibirían el cheque sanitario canjeable en la aseguradora de su elección”. Así, en los momentos difíciles se apoyaría “a aquellas personas que no pudieran permitirse pagar un seguro privado, siempre con el compromiso de devolverlo al menos en parte si su situación económica mejorase, con el fin de poder seguir ayudando a aquellos que lo necesitaran”.