El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) lamenta que el rescate del Ayuntamiento de León por parte del Estado (310 millones de euros de deuda) se haya acordado sin atender más argumentos que los financieros, o lo que es lo mismo, amparando la continuidad de una estructura sobredimensionada, gastos excesivos y burdos métodos de contabilidad que sólo generan más endeudamiento a expensas de crear nuevos impuestos o multiplicar los ya existentes. Tanto como cubrir las obligaciones con los proveedores, es precisa una reestructuración radical de la institución, que tiene un empleado por cada sesenta y cinco habitantes. Igualmente es necesaria una auditoría que aclare en qué y quiénes dilapidaron el dinero; juntamente con unos nuevos criterios de gestión dictados sobre principios de sensatez, responsabilidad (incluso patrimonial), ahorro y respeto a la iniciativa privada. Para José María Menéndez, Coordinador Provincial del P-LIB leonés, «son necesarios unos criterios totalmente opuestos a los actuales, cuya única razón de ser es la continuidad del statu quo y de las organizaciones políticas y sindicales que lo parasitan«. El P-LIB considera necesario reformar la legislación para que los ayuntamientos y otras administraciones puedan quebrar formalmente, como sucede en otros países europeos.