El Comité Ejecutivo Federal (CEF) del Partido de la Libertad Individual (P-LIB) ha acordado nombrar a Pablo Adrián Gianella para la nueva función de Coordinador de Estudiantes. Este departamento, igual que el recientemente creado de Comunidades Extranjeras, responden al esfuerzo del P-LIB por aproximarse a segmentos específicos de la población. En el caso concreto de los estudiantes, constituyen un grupo de población particularmente importante para el liberalismo libertario, como demuestra la evolución de partidos y movimientos de otros países. El propio P-LIB cuenta con un alto porcentaje de jóvenes y estudiantes, y esta nueva función permitirá al partido penetrar mejor en las universidades y otros centros de estudios. Pablo Adrián Gianella es un afiliado veterano del P-LIB, al que se incorporó en mayo de 2011, destacando su colaboración en la campaña electoral de ese mismo año. Está concluyendo sus estudios de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid, donde fundó la filial de Students for Liberty (SFL) denominada Complutenses for Liberty. Participa activamente en las estructuras españolas y europeas de SFL. Pablo Adrián afirma que «mis próximos objetivos se centran en colaborar con el P-LIB y continuar mi formación académica con la finalización del grado en Políticas, un módulo sobre fundamentos de neurosociología y un máster a concretar, pero enfocado siempre en los campos de business intelligence y knowledge management».
En otro orden de cosas, el CEF ha nombrado a Rafael Juan Rodríguez Gutiérrez como nuevo Coordinador Provincial en Granada. El CEF agradece la excelente gestión en esta misma función por parte de Juan González, que continuará colaborando en la nueva etapa que ahora se abre en el P-LIB granadino. Rafael estudia el doble grado de ADE y Derecho en la Universidad de Granada. Miembro de SFL y representante estudiantil en esa universidad, Rafael escribe sobre el liberalismo en diversos medios digitales, y afirma que «el Estado en el que vivimos nos impide en la mayoría de ocasiones desarrollarnos como personas». «El Estado debe ser un ente aséptico que no se inmiscuya en las vidas y haciendas de las personas: un árbitro en un juego libre», expone Rafael.