El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) se opone frontalmente a la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual (LPI), aprobada por el Senado y que ahora pasará al Congreso, donde la mayoría absoluta del Partido Popular hará que pueda entrar en vigor con total seguridad en enero de 2015. Los libertarios denunciamos esta ley por liberticida y contraria a la soberanía del individuo y al orden espontáneo del mercado y de la cultura en la sociedad civil. La nueva ley, como ya alertamos en su día, aumenta hasta cotas insoportables la inseguridad jurídica de los usuarios de Internet y tendrá consecuencias devastadoras para la innovación en el ámbito de las nuevas tecnologías. Los legisladores analógicos, nombrados a dedo por la élite partitocrática, acaban de aprobar una ley antimoderna, represiva y altamente interpretable, que anula los fundamentos básicos del Derecho para otorgar un enorme poder discrecional a la llamada Comisión Sinde, que podrá perseguir arbitrariamente a usuarios y proveedores de servicios.
El P-LIB expresa en particular su firme condena a la deplorable connivencia entre el Estado y AEDE, que perjudica a todos los usuarios de Internet además de afectar a un sinfín de proyectos empresariales online. También vulnera gravemente las licencias Creative Commons, tan extendidas entre los usuarios de Internet, y obliga a todos a pasar por la caja de las entidades de gestión quieran o no cobrar por sus contenidos, como ya denunció esta formación política. Los liberales libertarios advertimos que esta ley no pasará por el aro de la legalidad europea, como ya ocurrió con otras leyes similares en otros países miembros de la Unión. Pero, sobre todo, la realidad de la sociedad civil y del mercado se impondrá y hará, como ilustra el ejemplo de Bélgica, que los medios comunicación pierdan mucho más con leyes liberticidas como la LPI que operando en una Internet libre. También es muy probable que el propio Partido Popular sepa que está aprobando una ley que no durará y que sea completamente consciente de estar malgastando, por tanto, los recursos estatales extraídos coercitivamente a todos los ciudadanos. Al legislar una vez más para los lobbies, el PP se aleja más aún de la sociedad. Y los editores de periódicos cosechan una victoria pírrica y efímera colocando un dique de madera ante el tsunami que constituye el empoderamiento tecnológico de los individuos gracias a Internet. Mejor harían los editores en recuperar el favor de unos ciudadanos para los que la institución oligopólica de los medios de comunicación convencionales ya resulta, como arrojan una y otra vez las encuestas, tan obsoleta y tan poco confiable como la élite política.
El P-LIB ha sido siempre el más firme defensor de la libertad y del anonimato en la red, alertando en el pasado de los constantes intentos estatales de censurar Internet. Reiteramos nuestro compromiso con una Internet libre, basada en la cooperación voluntaria y en el principio de no agresión, y nos reafirmamos en nuestro Decálogo de Buenas Prácticas del Poder Ejecutivo respecto a Internet.
La Secretaria de Acción Ciudadana del P-LIB, Roxana Nicula, ha declarado hoy que «esta ley beneficia a ciertos lobbies y perjudica gravemente la Libertad de todos«.