El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) castellano-leonés expresa su oposición al proyecto del decreto autonómico que pretende imponer a los restaurantes qué productos deberán ofrecer en sus menús. La Junta de Castilla y León busca coaccionar a los empresarios de hostelería para que incluyan productos de Tierra de Sabor y de algunas figuras de calidad como, por ejemplo, las denominaciones de origen de los vinos autonómicos. Los liberales libertarios consideramos por completo inaceptable que la Junta de Castilla y León se arrogue la potestad de beneficiar a determinadas marcas comerciales frente a sus competidoras. Tal fenómeno no tiene nada que ver con el libre mercado que el PP afirma representar, pero que tantas veces ha traicionado. Creemos que los consumidores no saldrán beneficiados en modo alguno por la aprobación del decreto. En palabras de Rubén Llorente, Coordinador Provincial del P-LIB leonés, «la medida perjudicará a la gran mayoría de productores de alimentos, al no estar vinculados con las marcas y figuras de calidad respaldadas por la Junta». Lo que de verdad beneficia al consumidor y al productor no son las medidas intervencionistas, sino la actividad comercial espontánea que surge cuando se deja a la población emprender sin injerencias. El P-LIB considera que stamos llegando a unos niveles de intervencionismo impropios de una economía libre, y hace un llamamiento a las autoridades para que confinen estas medidas al único sitio que les corresponde: el baúl del olvido.