El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) muestra su rechazo más absoluto a la nueva adjudicación de 7RM, la televisión pública de la Región de Murcia. La comunidad autónoma líder en incumplimiento del déficit, de las más endeudadas de España y que sin el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) estaría en bancarrota, se permite el lujo de desperdiciar otros 25 millones de euros en gasto público. Desde un punto de vista liberal libertario, no es admisible que labores que pueden ser perfectamente atendidas desde el ámbito privado, como es la de los medios de comunicación, necesiten también un medio público para dar servicio a los ciudadanos.
Una vez más intentan los gobernantes del PP confundir al ciudadano con la palabra “privado”. Decir que será una gestión privada no significa que no cueste dinero a los ciudadanos. Significa que se asigna a una empresa privada la ejecución de un servicio que sigue siendo público. El dinero sigue saliendo del bolsillo de todos los ciudadanos y el control de los informativos, de la entidad, sigue estando en manos del poder político. Los murcianos, y los españoles en general, no se merecen ser engañados diciendo que el PP privatiza servicios, ya que simplemente adjudican, generalmente a los amigos, servicios que se siguen pagando con nuestro dinero. En este caso una empresa concursante no adjudicataria ha insinuado que recurrirá a la justicia por considerar que no ha sido limpia la adjudicación, ya que entre otras cosas se ha dilatado el proceso un año entero justo para que la televisión comience emitir unas semanas antes de las elecciones. Por lo visto el PP, como el resto de los partidos en casos semejantes, necesita que su propaganda la paguen todos los ciudadanos. Una vez más queda demostrado que las televisiones públicas en España se encuentran al servicio del poder político, nunca del ciudadano.
El P-LIB de Murcia exige al gobierno regional el inmediato cierre de este ente público, así como el del resto empresas públicas. En declaraciones de su Coordinador regional, Francisco José Carvajal, “una vez más se demuestra que es posible bajar impuestos y que cada ciudadano decida qué quiere hacer con su dinero”. Además recalca que “la competencia desleal que supone este ente público puede hacer desaparecer otros medios de comunicación que no pueden competir en igualdad de condiciones”.