El Partido Libertario (P-LIB), felicita a su homólogo estadounidense, el Libertarian Party (LP), que en estas elecciones casi ha cuadruplicado sus votos respecto a la anterior convocatoria. El LP, tanto por su presencia en colegios electorales de todo el país, como por el número de votos obtenidos, ha alcanzado su resultado más alto en unas elecciones presidenciales de Estados Unidos, marcando un hito en la oposición al bipartidismo en el país norteamericano.
El estadounidense, fundado en 1971, es el primer partido libertario del mundo, y un referente para otras formaciones que como el P-LIB (confundador con el LP de la International Alliance of Libertarian Parties, IALP) apoyan tanto las libertades civiles como el mercado libre. Este resultado demuestra que la vía para que las ideas de la Libertad avancen, no es la hibridación con formaciones ajenas a nuestro pensamiento con las que se pueda compartir algunas ideas puntuales, ni tampoco el integrarse en partidos colectivistas que no sienten sino un profundo desprecio por el libertarismo, aunque puedan a veces disimularlo por razones tácticas.
También demuestran estos resultados que no hay fórmulas mágicas, ni atajos; y que la única manera de consolidar una alternativa libertaria es una carrera de fondo, un trabajo sostenido durante años e ideas claras sin concesiones al colectivismo. Por otro lado, el hecho de que en esta ocasión el LP haya conseguido reunir más fondos que nunca a través de sus donantes, deja claro que trabajar en la obtención de financiación y recursos es una condición necesaria para poder dar la batalla de las ideas en el plano electoral.
Aparte del resultado del LP, los libertarios no podemos sino hacer una valoración negativa del resultado de estas elecciones. Valoración que no resulta una sorpresa, pues tanto la candidata demócrata Hillary Clinton, como el ganador de las elecciones, el republicano Donald Trump, representan lo peor del colectivismo norteamericano. Ya sea por su siniestra implicación en los conflictos de Oriente Medio en el caso de la primera, como por su férrea oposición a la libertad de migración e intención declarada de promover el proteccionismo en el caso del segundo, por poner sólo un par de ejemplos.
En declaraciones de Juan Pina, Secretario de Relaciones Internacionales del P-LIB, «estas elecciones demuestran ante todo que para oponerse al colectivismo no es posible integrarse con las formas supuestamente menos nocivas del mismo, sino que es necesario defender sin complejos la Libertad ante sus enemigos de uno y otro signo». Considera Pina que «toda amenaza a nuestras libertades, venga de donde venga, sólo puede encontrarnos a los libertarios en una posición: enfrente».