El Partido Libertario (P-LIB) se opone a la subida del IVA para las bebidas azucaradas que ha propuesto Ciudadanos (que dejarían de tener IVA reducido para pasar a tenerlo general), y rechaza todas las intromisiones de los políticos en la vida y las costumbres de las personas. Como siempre, se apela al “bien común”, pero se abordan cuestiones que solo competen al ámbito personal. Es especialmente clarificador como partidos que se dicen defensores de las libertades y que venían a regenerar la vida política, como Ciudadanos, exhiben sin rubor las costumbres de la vieja política del PP y del PSOE, defendiendo subidas de impuestos de una u otra forma si ello redunda en una mejor recaudación.
Los libertarios nos mantenemos firmes en nuestro compromiso de defender un tipo de IVA general al 10% para todo, con el compromiso de no elevar jamás los impuestos y de bajarlo aún más de forma gradual en cuanto sea posible. El P-LIB también se opone enérgicamente a toda injerencia en cuestiones relativas al modo de comer, beber o consumir cualquier sustancia por parte de personas adultas, y al uso de la coacción estatal para orientar el consumo según los intereses del gobierno en el poder o según los lobbys de presión que lo sustentan. El uso del bien común como justificación para la extorsión impositiva tiene que ser eliminado de la política. Los ciudadanos han de ser libres para poder consumir cualquier sustancia que consideren oportuna y los impuestos y con ello el tamaño del Estado deben reducirse de manera muy significativa.
José Luis Montesinos, vicepresidente del Partido Libertario, ha declarado al respecto que “la maquinaria de la mentira estatal carga ahora contra las bebidas azucaradas y los partidos responden enseñando su verdadera cara. En pro del bien común, que no es más que lo que le parezca a unos cuantos, se suben impuestos. Lo mismo da que sea el IVA que otros. Todos se retratan, pero el retrato de Ciudadanos cada vez es más nítidamente liberticida”. Montesinos ha añadido que “un adulto debe poder consumir lo que le plazca y responsabilizarse de las consecuencias de su consumo. El Estado no es el padre de nadie. Lo mejor que pueden hacer los gobernantes es no inmiscuirse en las decisiones personales de cada uno.”