Málaga libre de okupas

Tu casa, tuya. Siempre

Málaga es una de las ciudades más vibrantes y prósperas de España. Su clima, su cultura y su dinamismo económico la han convertido en un lugar deseado para vivir e invertir. Pero también es una de las ciudades más afectadas por un problema que debería ser impensable en un país civilizado: la okupación.

Con frecuencia aparecen noticias de okupas en nuestros barrios. Viviendas vacacionales, segundas residencias e incluso casas de familias trabajadoras que han salido un tiempo y, al volver, se encuentran con extraños viviendo dentro.

Lo peor no es solo la okupación en sí, sino la aberración legal que la protege. En Málaga, como en el resto de España, si un okupa consigue entrar en tu casa, tienes que pasar por un laberinto burocrático de meses o años para recuperarla. Si es un inquilino que decide no pagar, la ley obliga al propietario a actuar como un mal llamado «escudo social». Mientras tanto, sigues pagando hipoteca, luz, agua e impuestos, mientras los okupas viven gratis con el beneplácito del Estado.

Málaga no puede permitirse ser un paraíso para okupas, y las leyes actuales han convertido la okupación en un negocio rentable para mafias organizadas que se dedican a asaltar viviendas y luego venderlas o alquilarlas ilegalmente. ¿Quién paga el precio? Los malagueños honrados que trabajan cada día para tener su hogar.

Mientras que otras ciudades de Europa protegen a los propietarios y garantizan desalojos inmediatos, en España se criminaliza a quien defiende su propia casa.

Esto no es justicia social. Esto es un robo con respaldo estatal.

La propiedad privada es la base de la libertad y el progreso, sin propiedad privada, no hay inversión, no hay seguridad, no hay futuro; en definitiva, no hay vida. Si una persona no puede confiar en que su hogar estará seguro, si cualquier delincuente puede arrebatárselo con la complicidad del sistema, ¿quién querrá comprar, alquilar o construir en Málaga? La respuesta es sencilla: Nadie. Nadie va a alquilar si teme que no podrá recuperar su propiedad; y la consecuencia es menos oferta, alquileres más caros y una crisis de vivienda cada vez más profunda.

Si realmente queremos una Málaga próspera y justa, necesitamos tolerancia CERO con la okupación.

Desalojo inmediato de cualquier vivienda okupada. No en meses, no en días. INMEDIATA.
Fin del escudo legal del Estado para la okupación y las mafias organizadas.
Menos trabas y menos impuestos para que más malagueños puedan construir, comprar y alquilar.
Seguridad jurídica real para los propietarios, sin excusas ni burocracia.

Málaga no puede seguir siendo un refugio para okupas y mafias que se aprovechan del sistema. Es hora de defender el derecho básico a la propiedad privada.

Si crees que tu hogar es tuyo y que nadie debería poder arrebatártelo sin consecuencias, únete al Partido Libertario. Defiende tu casa. Defiende tu libertad. Defiende una Málaga libre de okupas.