El P-LIB deplora la decisión adoptada por el Banco de España en el sentido de asignar a Cajastur una llamada «integración parcial» de la quebrada Caja Castilla-La Mancha (CCM), en detrimento de la BBK. Entendemos que en una economía libre no corresponde a instituciones públicas como el Banco de España tomar este tipo de decisiones. Cuando una empresa quiebra, el procedimiento ha de ser el mismo tanto si se trata de una zapatería como de un banco. Lo que resulta a todas luces incomprensible es que los restos de CCM no hayan sido vendidos en subasta pública al mejor postor, dando así la oportunidad de participar a todas las entidades bancarias que lo hubieran deseado. Esto seguramente habría elevado el compromiso económico finalmente alcanzado por la entidad que se hubiera quedado con CCM, lo cual habría contribuido a sanear realmente la empresa.
El P-LIB ve con preocupación la concentración de cajas promovida por el gobierno socialista. A los socialistas no les gusta el pluralismo ni la diversidad, y consideran negativa la competencia. Por ejemplo, llevan años destruyendo el sector de mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales (MATEPSS) al promover una concentración tendente al monopolio final de una sola macroentidad. Ahora parece cada vez más claro que a los socialistas les sobran las pequeñas cajas en su plan de creación de macrobancos semipúblicos controlados políticamente, en detrimento del sector bancario y de los consumidores.
Las cajas de ahorros son un residuo de los tiempos del capitalismo de Estado, y sus órganos de gobierno son propios de la «democracia orgánica» del régimen anterior. El P-LIB reitera su propuesta de privatización de las cajas y de plena liberalización del sector bancario para que entidades de todos los tamaños, tanto antiguas como de nueva constitución, compitan libremente por dar servicio al consumidor, sin apoyo de las administraciones públicas y sin rescate en caso de quiebra. Las quiebras son necesarias en una economía libre. Liberan recursos económicos, materiales y humanos que se reacomodan en la economía, generalmente en el mismo sector. Es injusto salvar con dinero de todos a determinadas empresas y no a millones de otras.
