El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su indignación ante la escandalosa noticia de que el Tribunal de Cuentas, encargado entre otras cosas de fiscaliza la financiación de los partidos políticos, lleva más de cinco años sin presentar el informe sobre la misma. Estos informes son imprescindibles para que la opinión pública sepa en qué se gastan los partidos el dinero de los contribuyentes. Es sintomático que los integrantes del TdC sean principalmente políticos que desempeñan cargos en sus respectivos partidos, lo que tal vez tenga algo que ver con este injustificable retraso de cinco años en su función de control sobre los mismos.
La inclusión en el informe de este año de las fundaciones de los grandes partidos es reveladora de una situación que el P-LIB ya ha denunciado en el pasado: estas fundaciones son meros instrumentos de recaudación de subvenciones adicionales a las directamente estipuladas para el funcionamiento de los partidos. Es decir, son maquinarias destinadas a la captación de aún más dinero de los contribuyentes para los partidos del establishment.
El P-LIB exige que, igual que los ciudadanos se ven obligados a rendir cuentas todos los años ante la Agencia Tributaria, los partidos políticos deban hacerlo ante el TdC sin favoritismo ni dilación. El TdC debe componerse exclusivamente por profesionales independientes de cualquier partido político, y presentar en el plazo oportuno sus informes sobre los partidos políticos.
El P-LIB considera ilegítima la financiación estatal de los partidos políticos y reitera su compromiso estatutario como única formación política española que renuncia expresamente a toda subvención con cargo al dinero de los ciudadanos. Pedimos a todos los demás partidos que sigan el ejemplo liberal, renuncien a obligar a los ciudadanos a financiarles por vía fiscal y se nutran exclusivamente de las cuotas y donaciones voluntarias de sus seguidores.
El Secretario de Organización del P-LIB, Javier López, ha declarado al respecto que “pese a su debilidad económica, el P-LIB se enorgullece de no costarle ni un céntimo a aquellos que no comparten sus ideas, y considera contrario a la ética más elemental que los demás partidos no hagan ascos al dinero extraído fiscalmente a la población”. Ha añadido que “es particularmente lamentable que en su último día en el ministerio Trinidad Jiménez concediera un millón de euros a la fundación del PP y otro millón a la del PSOE, demostrando una vez más la falta de escrúpulos y la rapiña económica de la casta política española”.