El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera una noticia tan mala como esperada el dato sobre la tasa de paro conocido el viernes mediante la Encuesta de Población Activa. Casi seis millones de personas no encuentran trabajo, lo que significa que una de cada cuatro personas que quiere trabajar no puede. Nuestro país tiene la mayor tasa de paro de la OCDE y la cuarta del mundo, detrás únicamente de tres ex-repúblicas yugoslavas.
Para Óscar Timón, Portavoz de Economía del P-LIB, «que estemos a la cabeza del paro en el mundo no debe extrañar a nadie: es la consecuencia directa de las políticas de este gobierno y de los anteriores, que no permiten trabajar a los españoles o los condenan a la economía sumergida».
Los liberales urgimos a eliminar la intervención de los políticos en la economía, permitiendo la creación de empleo. Entre las medidas más urgentes destacamos:
- Una reforma laboral definitiva que acabe con el poder que determinados sindicatos y empresas tienen sobre la negociación de los contratos de trabajo. Esta situación, heredada del franquismo, privilegia a unos trabajadores sobre otros y a unas empresas sobre otras, condenando a muchos trabajadores al paro y a muchas empresas al cierre. Hay que convertir el contrato de trabajo en un contrato como cualquier otro, donde se plasme la libre voluntad de ambas partes.
- Una drástica reducción de los impuestos y de los gastos del Estado. No es casualidad que mientras estamos a la cabeza del mundo en tasa de paro también lo estemos en impuestos. Los elevados tributos cobrados por el estado alejan la inversión empresarial y deprimen la renta de las familias. Además, tanto emprendedores como familias son conscientes que, ante el creciente nivel de deuda y la poca voluntad de reducir gastos, la única alternativa para el futuro son impuestos elevados durante muchos años y el posible abandono de la moneda única con la gran incertidumbre que esto genera. Especialmente grave es la penalización del ahorro, base del crecimiento económico, que es la alternativa que tenemos para financiar los nuevos proyectos sin tener que endeudarnos aún más de lo que estamos.
- La verdadera liberalización de todos los sectores llamados estratégicos y que están organizados, en su mayoría, como oligopolios privados y monopolios públicos, permitiendo la libre entrada de competidores y el libre desarrollo del negocio. Especialmente necesaria es la reforma del sector eléctrico, con libertad de contratación, transporte y generación, terminando con el dirigismo estatal de las últimas décadas que nos ha llevado a tener una de las tarifas eléctricas más caras del mundo y a tener más del doble de potencia instalada de la que necesitamos.
- Por último, hay que eliminar la maraña de regulaciones que llegan a especificar hasta el mínimo detalle cómo montar un negocio. Estas medidas espantan la inversión, impiden la innovación, que siempre va varios pasos por delante de las ideas del burócrata de turno, y alientan la corrupción al dejar en manos de los políticos un gran poder sancionador que les permite favorecer unas actividades empresariales sobre otras. Los liberales creemos que las personas deben ser libres de montar sus negocios y de organizarlos como deseen pudiendo disponer libremente de su propiedad.
El P-LIB pide el apoyo de todos los amantes de la libertad para construir una alternativa a los socialistas y conservadores que han llevado al país a la ruina y amenazan con mantener por mucho tiempo una tasa de paro insostenible, hasta poner en marcha la siguiente burbuja.