El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) extremeño deplora la nueva e incalificable ocurrencia del presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, que pagará con cargo al erario público una gratificación de mil euros a los alumnos que superen el nuevo plan acelerado de graduado en la ESO, con una duración de treinta y cinco semanas. La ejecución de este plan formativo costará a los contribuyentes cerca de cuatro millones de euros. La pretensión del gobierno autonómico es combatir el altísimo fracaso escolar (nada menos que un 35 % en mujeres y un 43 % en varones). El P-LIB considera que este plan, como siempre sucede con los planes de ingeniería social que se inventa el Estado, crea muchos más problemas de los que resuelve. Incentiva al estudiante vago, garantizándole que siempre podrá sacarse el título más adelante y en tiempo récord a costa de todos. Supone un agravio comparativo para los estudiantes normales, que deben invertir cuatro veces más tiempo y no reciben gratificación alguna. Y, sobre todo, desvía el dinero de los contribuyentes a algo tan injusto y aberrante como es pagar a alguien por sacarse la ESO. Cuando estamos sometidos a unos impuestos confiscatorios, situados ya entre los más altos de Europa y del mundo, este despilfarro del dinero de los contribuyentes resulta insoportable.
El P-LIB cree que un título de la ESO no da trabajo: mucho más lo da aprender un oficio. Los jóvenes españoles lo tienen muy difícil para encontrar empleo, pero no por falta de títulos sino por las rigideces del mercado laboral.
Para Javier Guerrero, Coordinador del P-LIB extremeño, «con este tipo de actuaciones estamos creando una sociedad de irresponsables y por lo tanto de esclavos, de gente mecida por el brazo del Estado desde la cuna a la tumba para convertirlos en una comunidad aborregada y acostumbrada al subsidio, sin coraje civil ni capacidad de lucha individual para sobrevivir. Para un político sin escrúpulos, eso es lo ideal ya que le permite manipularlos a su conveniencia».