El Partido Libertario (P-LIB) expresa su rechazo a los planes de Carmena de crear un sistema judicial, paralelo al ya existente, con jurados vecinales, policía comunitaria y gestores de barrio. El P-LIB observa con preocupación la creación de un subsistema jurídico sin garantías legales, cuyos miembros son elegidos a dedo por el Ayuntamiento. Esto termina con la separación de poderes, con la imparcialidad por parte de los jurados y ampara una nueva caza de brujas, usando recursos públicos para perseguir a hipotéticos delincuentes. Y haciendo uso, para todo ello, de unos «jueces» nombrados directamente por el gobierno municipal en un claro intento de derribar las limitaciones que le impone el sistema legal vigente.
Estos jurados, heredados directamente de la extinta Unión Soviética o del Nacional Socialismo alemán, imitando las estructuras del socialismo chavista en Venezuela, suponen una centralización del poder inadmisible en una sociedad libre. Estos tribunales promueven la arbitrariedad, la corrupción y el autoritarismo, al ser los voluntarios personas necesariamente aprobadas por el poder político, la alcaldía, y al no ser procesos abiertos al público, fomentando a su vez la discriminación y la persecución ideológica al ser de hecho unos tribunales políticos.