El Presidente del Partido de la Libertad Individual (P-LIB) ha declarado hoy que «las explicaciones ofrecidas ayer por Mariano Rajoy son escasas, no profundizan en las cuestiones principales y no merecen la menor credibilidad«. «El Presidente del gobierno no ha conseguido su propósito de quitarle importancia a los SMS, que revelan claramente una relación de estrecha connivencia con Bárcenas hasta hace muy poco tiempo«, ha señalado, recordando que «los indicios de delito que pesan sobre Mariano Rajoy y sobre el conjunto de la cúpula del PP son gravísimos y el presidente no puede despacharlos con unos minutos de comparecencia».
Además, ha sido «una comparecencia amañada para impedir las cuestiones de fondo y permitir preguntas únicamente a un periódico afín». «Al señor Rajoy ni le creo yo ni le cree ya nadie«, ha afirmado, aclarando que «la exigencia liberal de destitución del presidente del gobierno no se debe a las responsabilidades penales que puedan corresponder a Rajoy, a sus compañeros del PP o a ese partido como tal, ya que esas responsabilidades deberá dirimirlas la Justicia, sino a la constatación de que Mariano Rajoy no está capacitado para seguir al frente del gobierno, y su continuidad destruye nuestra reputación como país y crea un clima insoportable de fallo sistémico de todo nuestro edificio institucional».
«La sustitución de Rajoy —ha añadido Juan Pina— no debe depender de su voluntad: corresponde a los diputados del PP, que son quienes le eligieron para el cargo, destituirle y presentar otro candidato a la cámara». «Dice Rajoy que esta es una democracia normal, pero en las democracias normales los primeros ministros caen por mucho menos de lo ocurrido aquí, y las mayorías parlamentarias escogen a otra persona sin escenificar una tragedia griega», ha añadido, recordando a los diputados populares que «su lealtad debe ser con sus electores y con la ley, no con quien les colocó en las listas, y si piensan que por evadir esa responsabilidad la camarilla de Génova les va a colocar de nuevo, corren el riesgo de hundir por completo a su partido». «Los liberales, única fuerza política que no admite dinero estatal, somos la única alternativa a un sistema político completamente podrido, cuya corrupción es ya una tangentópolis que afecta transversalmente a todas las formaciones convencionales», ha declarado, concluyendo que «Rajoy debe caer y debe hacerlo sin dilación, porque en política es esencial que estas situaciones se cierren de forma definitiva, pero a continuación viene lo más importante: transitar hacia un sistema con mucho menos poder del aparato político, con muchas menos decisiones discrecionales generadoras de corrupción, es decir, con mucho menos Estado y mucha más Libertad, porque, como dice el lema de los liberales, libertad es prosperidad, pero este caso demuestra que su ausencia genera estatismo y éste a su vez una corrupción ya insoportable».