El Partido Libertario (P-LIB) rechaza profundamente el fundamentalismo religioso que grupos como ISIS utilizan para justificar las masacres que perpetran en un clima que recuerda épocas que deberían estar completamente superadas. El papel intervencionista de los Estados ajenos al conflicto, tanto en el caso de la guerra civil libia como en el de la siria, es una continuación de las políticas que históricamente han alimentado ese mismo fundamentalismo y que por tanto deberían dejarse atrás. La principal preocupación del P-LIB es la defensa de los legítimos intereses de los refugiados, y en este sentido reclama de las autoridades españolas un mayor esfuerzo de acogida.
Asilo y refugio
Europa se cierra cada vez más a los disidentes
El Partido Libertario (P-LIB) comprueba con profundo pesar cómo España y Europa están cerrando cada vez más sus puertas a los disidentes y refugiados políticos procedentes de los numerosos estados totalitarios, autoritarios o inmersos en conflictos de toda índole, que existen hoy en las diferentes latitudes del planeta, tal y como recogen diversos informes internacionales, el último de ellos el publicado recientemente por Amnistía Internacional. Los Estados continúan siendo la principal fuente de violaciones de derechos y libertades, de conflictos sangrientos y de sufrimiento humano, incluso cuando no existen condiciones mínimamente objetivas para el conflicto. Un ejemplo de esto último es el Estado ruso, una superpotencia energética que en lugar de centrarse en la obtención pacífica de cuantiosas ganancias por la venta de hidrocarburos —obviando por supuesto que debería privatizar Gazprom y liberalizar el sector energético— a una Unión Europea que los necesita imperiosamente, en el marco de una relación librecambista normalizada, se dedica enfrentarse con sus vecinos y a desestabilizarlos, cuando no a invadirlos directamente, bajo el eufemismo de lo que el Estado ruso denomina “área de influencia”.